La basura que dejamos en tierra siempre termina en el mar.
Las mascarillas quirúrgicas son las nuevas bolsas de plástico: 3.400 millones de ellas se desechan a diario en todo el mundo. Son lo primero que encontramos en la naturaleza tras la crisis de la pandemia, casi como si hubieran salido del confinamiento antes que los seres humanos.
Como ahora son parte de nuestra vida diaria, debemos considerar su uso y reciclado con el máximo cuidado, para que no terminen en el mar, causando los efectos desastrosos que están comenzando a tener en la vida silvestre.
Esta campaña de France Nature Environnement es una invitación a concienciarnos sobre una situación en la que pronto se superará el punto de no retorno.
Son muchas las señales de alerta sobre el daño al ecosistema y a la biodiversidad. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde.
Los recursos naturales están sobreexplotados y son cada vez más escasos. En todo el mundo, la biodiversidad está disminuyendo.
Los entornos naturales se están degradando, las especies están desapareciendo. Tenemos que protegerlos. Las actividades humanas contribuyen a las perturbaciones climáticas y provocan numerosas formas de contaminación: mercurio, pesticidas, derrames de petróleo y verdes, disruptores endocrinos, OGM, partículas finas, dióxido de nitrógeno… y ahora la basura sanitaria.
Debemos movilizamos contra la destrucción y por la restauración de los ecosistemas marinos y terrestres.